jueves, 23 de marzo de 2017

RÍO DANUBIO

RÍO DANUBIO 




El río Danubio es el segundo más grande de Europa, después del Volga. Atraviesa ni más ni menos que diez países: Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumanía, Bulgaria, Moldavia y Ucrania. Por si fuera poco, su cuenca se extiende también por Italia, Polonia, Suiza, la República Checa, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, la República de Macedonia y Albania. Por eso es un río de gran longitud: 2.888 km, desde que nace en la Selva Negra alemana hasta que muere en el Mar Negro de Rumanía. 

En el tramo final se forma el delta del Danubio que compone una región de marismas y pantanos poco poblados, pero de gran valor ecológico.

 Su importancia es incuestionable en términos históricos; este río ha sido protagonista de hechos milenarios relacionados con la historia natural, ecológica, política, económica y cultural. En la antigüedad, el Danubio ya cumplía un papel fundamental y sirvió para el desarrollo de culturas como la Vucedol y la Vinka. Más tarde, en el año 200 d.C. formó parte de las fronteras naturales del Imperio Romano, junto con otros ríos como el Rin y algunas fortificaciones. Lo usaron las diversas tribus germánicas que atacaron Roma. Y sirvió como vía durante las Cruzadas, para llegar rápidamente a Tierra Santa. Es indudable que al igual que éstos, numerosas oleadas de pueblos tanto nómadas como sedentarios, así como las campañas de muchos ejércitos, desde los más pequeños de carácter feudal hasta los imperiales; las invasiones, guerras y batallas; junto con muchos otros procesos turbulentos históricos han sido muy frecuentes, a lo largo y ancho de la cuenca del Danubio. Asimismo, igualmente cierto es que gran parte de su popularidad se debe también al famoso vals compuesto por Johann Strauss en el año 1867, un vals que, como no, lleva su nombre: “Danubio Azul"
El Danubio atraviesa cuatro capitales de países -Viena (Austria), Bratislava (Eslovaquia), Budapest (Hungría) y Belgrado (Serbia)-, y su cuenca hidrográfica tiene una superficie de unos 725.985 km² y un caudal medio en la desembocadura de 6.500 m3 por segundo. Nace a partir de la unión de dos ríos alemanes, Brigach y Breg, a la altura del pueblo Donauestchingen. De hecho, desde el Bosque Negro de Alemania ya se le conoce como Danubio y, a partir de ahí, inicia su travesía, recorriendo multitud de países de la Europa central y oriental hasta abocar en el Mar Negro, mediante el mencionado Delta del Danubio, que comparten Rumanía y Ucrania. Este delta tiene un gran valor ecológico porque es utilizado por muchas aves migratorias desde fines de la primavera hasta comienzos del otoño. De hecho, fue declarado por la UNESCO como como Reserva de la Biosfera en 1990.
 
Las ciudades por las que pasa el Danubio son muchas y algunas de ellas importantes: en una lista rápida, podrían mencionarse las ciudades alemanas de Ulm, Ingolstadt y Ratisbona; las ciudades autríacas de Linz y Viena; también Bratislava en Eslovaquia, Galati en Rumanía y Novi Sad y Belgrado en Serbia. No puede faltar tampoco Budapest, donde el famoso Puente de las Cadenas cruza el Danubio uniendo Buda y Pest, en Hungría. Aunque el Danubio sigue siendo una vía importante para la Europa central y oriental, su tráfico es de menor importancia que el de otros ríos como el Rin. Esto se debe a que dispone de menor densidad de población de la cuenca, menor industrialización de la misma, y especialmente es debido a la enorme heterogeneidad social, económica, política, cultural y lingüística de los países que atraviesa el Danubio. Obstáculos estos que podrían verse superados con la integración europea y el establecimiento de acuerdos que faciliten la libre comercialización de las materias primas.
En 1998, nació la Comisión Internacional para la Protección del Danubio, o lo que es lo mismo: la CIPD. Su objetivo era proteger, promover y coordinar la sostenibilidad y la gestión equitativa del agua, así como también conservar, mejorar y utilizar racionalmente la misma para el beneficio de los países que baña el río Danubio. La causa directa del nacimiento de este organismo fue precisamente las disputas en la época moderna entre los distintos países, cuya codicia les hacía imponerse cada cual como dueños del río. Estos intentos de dominio han ido paulatinamente evitándose gracias a algunos acuerdos firmados por los países miembros de la CIPD. Sin embargo, los tratados que han preservado la integridad del río se remontan al Tratado de París de 1856, el Tratado de Versalles de 1919, y algunos otros históricos que ya velaban por su seguridad.
Trabajo realizado por LEIRE MORALES

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